jueves, 3 de marzo de 2011

Sou Edipo

Foto: Juan Fernández.

Para ser sincero, mi presencia en la Sala Planta Baja de Granada para asistir al concierto de Sou Edipo, fue posible gracias a David Cuesta, gran amigo y persona con la que he tenido la suerte de mantener grandes charlas sobre música, y me descubrió esta grandísima banda hace ya unos cuantos años. A no ser por él, no estaría yo aquí escribiendo estas líneas.

Tenía muchísimas ganas de ver cómo descargaban sus temas en directo y la verdad es que salí de la sala con la sensación de haber visto a una banda que ya desde hace tiempo se ha convertido en uno de los grupos con más proyección dentro de nuestras fronteras.

Traían nuevo álbum bajo el brazo, Todos al Árbol, del que extrajeron dos temas como son, Árbol y Al parecer. El público allí presente los recibió como una bocanada de aire fresco. De ellos se intuyen a unos Sou Edipo más intimistas, pero sin perder un ápice de fuerza.

Decidieron comenzar su actuación con dos temas marca de la casa, como son Ecomuere y Entre tus Pechos. Siguieron con Armonía, y nos abandonaron antes de los bises con De Lastres y Día Hiedra.

Al abandonar el escenario por primera vez, nos quedamos con la sensación de querer mucho más y yo creo que hasta la banda misma lo sabía, por eso se habían guardado dos ases en la manga, Otro Lado, y esa preciosidad de canción que no es otra sino… Nacida Inerte.

Su vocalista, Quique, estuvo más que entregado con su público, interactuando con ellos, bromeando con los miembros de la banda y haciendo de este show una ocasión especial.

Profundizando un poco más, he de decir que cuando escuchas a este grupo tranquilamente en tu casa te das cuenta que son bestiales, y hay una pregunta que te viene a la mente: ¿Cómo debe ser el proceso de composición en un grupo como Sou Edipo? Aún no he encontrado respuesta para ello porque al escucharlos, tanto en estudio como en directo, estoy más pendiente de recoger las babas que me llegan al suelo al ver el gozo que produce esta música a mis oídos.

Unos ritmos de bajo que emulan una montaña rusa dada la cantidad de escalas con la que su propietario nos deleita; unas baterías que juegan con el jazz, el blues y el rock de manera magnífica; una guitarra llena de matices y unas melodías vocales como pocas veces he escuchado.

En definitiva, una gran noche para ver una grandiosa banda. En vuestras manos dejo el descubrir a estos madrileños o seguir descubriéndolos.

/www.souedipo.es/

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