Esta es la historia de un señor que allá por
2009 cruzó un charco, se instaló en la bella Sudamérica y decidió entonces
construir allí su fortín. No solo consiguió adaptarse a otro tipo de vida sino
que también lo aprovechó para que de una puñetera vez le quitaran, que no que
se quitara, un lastre, una etiqueta, una sombra alargada que ya hartaba como
era la de ser el auténtico líder de una de las buenas formaciones que había en
España, Deluxe.
No solo fue éste un viaje cualquiera, a razón
de lo expuesto arriba sino que también causó un cambio espiritual, de
sensaciones que Xoel Lopez ha sabido
trasladar perfectamente a su nueva creación, Atlántico (Esmerarte,2012).
A lo largo de estos cerca de tres años, muchas
han sido las experiencias vividas, la música re-aprendida… Es por ello que
encontramos en Atlántico, unas ricas
creaciones que han ido incorporándose a su sello personal. Se habla de nuevos
instrumentos, de nuevos ritmos. A través de doce cortes exquisitos, la preciosa
voz de este gallego nos traslada y nos hace partícipes de todas sus vivencias y
emociones y servidor te lo agradece desde este teclado.
Hombre
de ninguna parte, nos muestra a un Xoel Lopez íntimo y
cercano, que en poco más de tres minutos nos muestra sus impresiones a la
llegada, las diferencias que nos unen y el poder de la música para decirnos que
no importa de donde vengamos si sabemos quienes queremos ser y sabemos de dónde
venimos. La gran montaña comienza
con ritmo fuerte y exótico; transporte a ritmo latino; rota y sincera. Por el viejo barrio es una preciosidad,
ritmos latinos muy marcados que se unen a una letra melancólica con la
presencia de un amor de trasfondo. Puro y genial folk de guitarra bien armada
para continuar su exploración, Caballero
es lo que evoca, piano muy marcado y bien encajado para unos coros que
deleitan. Buenos Aires habla de
nostalgia, de amor por una ciudad que al cantante le encanta, donde se haya
establecido. Nos habla de reinvención, de autoconocimiento, de leyenda; no me
extraña que le haya escrito un tema completo, el más bello del disco, para mí
el más completo. Si no te remueve algo este tema, algo pasa contigo. De piedras y arena mojada, la nostalgia
se hace canción, los recuerdos de una infancia cobran vida a base de ritmos
bailables y omnipresencia de coros y percusiones para nada desechables. Postal de Nueva York nos ofrece una
visión tanto de la ciudad como la de un alma de un Xoel ya más calmado y
adaptado a su nuevo destino. No falta la presencia de esos coros que vuelan
alto durante todo el disco. Tierra
continúa el discurso rítmico a medio tiempo de su predecesora. Single elegido
para presentar este viaje íntimo y lleno de blanco pureza. El joven poeta se nos descubre árido, melancólico y armado con una
guitarra y voz cálida a ráfagas de percusiones acertadas, mención aparte
corresponde a esa maravilla de coros que el gallego ha sabido incluir. El asaltante de estaciones nos recuerda
el alma pop-rock que nunca abandonará a Lopez. Mezcla nada disparatada de este
género con los que parecen ser los nuevos ritmos que han embaucado a este
artista.
Como todo buen viaje, éste también llega a su final. No nos deja ni mucho menos cansados sino con ganas de volver. Volver a redescubrir estos sonidos, estas evocaciones que tan maravillosa mella han hecho en mis oídos. Como decía al comienzo, esto no ha sido un viaje más, sino un viaje para redescubrir a un artista auténtico que siempre sabrá reinventarse.
Como todo buen viaje, éste también llega a su final. No nos deja ni mucho menos cansados sino con ganas de volver. Volver a redescubrir estos sonidos, estas evocaciones que tan maravillosa mella han hecho en mis oídos. Como decía al comienzo, esto no ha sido un viaje más, sino un viaje para redescubrir a un artista auténtico que siempre sabrá reinventarse.
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